Acaba de ganar en la categoría Mujer Creadora del Concurso CREA 2010, donde obtuvo un premio de dos millones de pesos y fue seleccionada dentro de las ocho personas, a nivel nacional, que viajarán a Estados Unidos para exponer en la tienda Puro Chile de Nueva York.
Por Maureen Berger H.
Fotografías Vernon Villanueva B.
Por estos días de noviembre, Carmen Eva Guzmán (35) está en Estados Unidos, presentando su Chal de Pétalos en la tienda Puro Chile de Nueva York, pero el camino para llegar a triunfar en la categoría Mujer Creadora del Concurso CREA 2010 de SERCOTEC, está marcado por el esfuerzo y talento de quien lleva años dedicada a este arte.
Las artesanías seleccionadas en las distintas categorías de joyas, vestuario y accesorios, objetivos utilitarios y decorativos, destacaron por su innovación en diseño y técnica. Así como por la utilización de materiales nobles tan diversos como semillas y piedras, hasta lanas y maderas, que grafican la variedad de ecosistemas existentes en el país. Uno de los objetivos fundamentales de esta iniciativa, es incentivar la producción de artesanía de alta calidad y promover la comercialización de las creaciones, fomentando el desarrollo empresarial y abriendo nuevos mercados.
Carmen Eva comentó: “dado que mi hermoso Chal de Pétalos ha sido premiado, me parece importante contarles un poco más acerca de su concepción.
A fines del año pasado, comencé a trabajar en la producción de fieltros para este 2010. Una tarde, acompañé a mi hija Isaura a la biblioteca Severín en Valparaíso. Mientras daba vueltas en la sección de niños, di con Obra visual de Violeta Parra y los colores me cautivaron de inmediato. Si bien es cierto, desde el colegio aprendemos su música y las imágenes de sus arpilleras, nunca me había encontrado con su pintura”.
¿Qué significó para ti este hallazgo?
Me prestaron el libro por dos meses, no lo podía creer, di muchísimas vueltas a las imágenes hasta que encontré una que, en el detalle de sus pinceladas, me hizo volar y escapar de toda tristeza hacia mi mundo botánico y feliz. Me lancé a reunir colores y estuve poco más de un mes trabajando en las formas y composición. Así fue que el premiado Chal de Pétalos cobró vida.
LAGUNA VERDE
“Me gusta ofrecer productos innovadores que sean amigables con el medio ambiente y adorables para quien los tenga”.
La artesana nació en Viña del Mar, pero luego estudió y creció en Santiago y Coyhaique. A los diez años entró a SSCC Monjas Inglesas de Reñaca y tras egresar, cursó ingeniería mecánica en la Universidad Técnica Federico Santa María. Hoy vive con Alfredo Higuera, chef con quien también trabaja en banquetería y tiene dos hijos, Isaura Mujica, de catorce, y Vicente Mujica, de diez años.
Está pronta a irse a vivir a Laguna Verde, a una casa en medio del bosque, mientras continúa con las labores rutinarias, como sesiones de fotos de su nueva línea de fieltros de primavera y compartir nuevas recetas que ofrecerá en sus eventos. Se define como una mujer sumamente inquieta y que siempre está con nuevos proyectos.
¿Cómo fueron tus primeros encuentros con este arte?
Siempre me ha encantado la lana, desde muy chica. Conocí el vellón (esa es la materia prima con que trabajo) en un taller de juguetes en Limache y así comencé en el 2004. Aprendí sola, investigando, buscando información y libros afines. Logré un estilo moderno, femenino, que conecta con los sentidos. Me gusta ofrecer productos innovadores que sean amigables con el entorno y adorables para quien los tenga.
¿Con qué materiales trabajas?
Con fibras animales y vegetales, lana, algodón, alpaca, angora, mohair, seda, lino, principalmente lana para el fieltro. Tenemos mucha en todo Chile, y cada vez de mejor calidad. Me agrada también intervenir telas antiguas. Siempre estoy atenta al efecto de los procesos sobre el medio ambiente, entonces si ocupo materiales sintéticos, procuro que sea en reutilización. De todos modos, me encantan las fibras nobles y son las que suelo preferir.
¿En qué lo aplicas?
En textilería contemporánea, en vestuario y accesorios como chales, bufandas, pañuelos, vestidos, abrigos, collares y cuellos. También hago objetos como pantallas de lámparas, cortinas y alfombras.
¿Cómo haces tus obras en fieltro?
Utilizo la técnica de nunofieltro, o fieltro sobre tela. Se dibuja el diseño en vellón sobre la tela y luego se moja con agua y jabón. Se va presionando con las manos el tiempo necesario para que las fibras se adhieran, luego se enjuaga y se pone a secar. El tiempo varía según el tipo de fibra y la complejidad del diseño.
“El Chal de Pétalos lo adoré desde antes de empezar a hacer el primero. Además, ahora que fue premiado, reafirma todo lo que quiero expresar con mi trabajo”.
¿Qué obras te enorgullecen?
 El collar-cintillo de rosas, me parece absolutamente bello y es tan versátil que cada persona lo puede adaptar a su ánimo o momento. También los fieltros de capas, porque fueron un desafío y lo logré y, por supuesto, el Chal de Pétalos, pues lo adoré desde antes de empezar a hacer el primero. Además, ahora que fue premiado, reafirma todo lo que quiero expresar con mi trabajo. En todas mis obras pongo tanta dedicación en cada detalle, que no creo que exista alguna que no me enorgullezca.
¿Tienes el perfil de tus clientes?
Mujeres que saben distinguir un producto como el mío, que aprecian el diseño y la calidad de una pieza única y, últimamente, también hombres.
¿Dónde está tu taller?
En Los Cipreses 32, Laguna Verde, Valparaíso, donde se pueden comprar en forma directa. Me pueden contactar en fieltros@gmail.com y para quienes prefieren ir a una tienda, me encuentran en Bazar La Pasión, en Almirante Montt 1, Cerro Concepción, Valparaiso.
¿Qué significa para ti el premio CREA 2010?, ¿qué harás con él?
Es un tremendo incentivo para seguir con mi trabajo y con los dos millones pienso potenciar lo que he hecho hasta ahora.
¿Qué esperas de EE.UU?
Abrir un mercado que me permita conectar con quienes son igualmente mis clientes, pues buena parte de quienes compran mis productos son turistas de distintos lugares del mundo.
¿Hay un antes y un después de este impulso?
Me parece un tremendo incentivo, pero yo amo lo que hago, entonces no hay un cambio en ese sentido, sino una enorme satisfacción y orgullo.
  
  
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